“Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra”.

Isaías 2:4

nones, capítulo cincuenta y siete.



soy ezequiel. tengo veintisiete años, soy gay y tengo sida desde que nací. nunca me enamoré de una mujer, me sentí manuel puig desde los cinco o seis años aunque supe quién es manuel puig a los trece. respecto a mis gustos (sexualmente hablando) me gusta que me la chupen. de entrada aclaro que tengo sida, algunos me la chupan igual, otros también tienen sida y una sola vez dos hijos de puta me rompieron el orto, literalmente, cuando volvía a la madrugada a mi casa, estaba pasado de merca y me quise meter a otra casa. últimamente no cojo demasiado, puedo pasar horas viendo porno (odio cuando se dejan las medias puestas o que después de esperar hasta que baje sean feos). me gusta acabar viendo cómo cogen los demás, o conjeturando acerca de cómo cogen o quién será el que hace la comida, o le enjabona la espalda al otro (aunque suene más gay). hace poco, volviendo del laburo descubrí que me calienta mucho ver cómo los chongos juegan al fútbol en las canchitas de fútbol cinco. muchos ven esos partidos a quince o cómo se llamen. yo me quedo viendo dos o tres partidos hasta sentir la pija bien dura, que toca la pared o que acabo. no creo que se den cuenta, o sí, hay uno que sí y la chupa demasiado bien. cada quince o veinte días (yo creo que cada quince, le deben pagar por quincena, una vez me ofreció plata) nos vemos. tomé coraje, improvisé una nota con letra de mujer y mi teléfono (distingo entre caligrafía femenina y masculina), letra parecida a la de mi madre, la dejé de parte de alguien al dueño del lugar. 'esa' nota para 'ese' chico, rezando que no la haya leído. me sentía una quinceañera mojándose viendo a justin bieber. no es mi tipo, pero la chupa bien. acordarme cómo me la chupa, me deja un dolor de huevos que me da fiebre. si no lo veo, ficho a otro y hago lo mismo pero este es diferente. debe verme como un perro en celo, con la pija caliente, dura y cara de nada. sabe dónde vivo y qué me gusta que me haga. cogemos y se va. me contó en donde trabaja y que tiene un hermano gemelo o mellizo, no me acuerdo. no soy de decir "con este me caso" pero con este me caso. a veces pispea la carpeta de películas porno que bajo y me asombra la cara de "ya la ví" que pone en algunas (y no son titanic). tiene la pija más grande que yo y me calienta verlo al palo o masturbándose. me gusta verlo jugar al fútbol. en los entretiempos improvisados se cambia los calzoncillos o se los saca cuando hace mucho calor, desde donde me paro a ver los partidos se nota todo, como en cámara lenta, como en las películas, se me para y me voy a casa a esperarlo. siempre trae vino tinto (del caro) aunque nunca se quedó a cenar. es como si me pagara con vino y me hace sentir una puta alcohólica que bien podría ser personaje de puig. hay días en los que me levanto caliente, maldigo la hora en que se atrasan con terminar el partido u organizan penales. me levanto, desayuno las pastillas que tengo que desayunar, entreno, voy al laburo, leo algo, entreno y si no nos vemos, paja y "sopita y a la cama" como dicen las viejas. la gente (me incluyo) huele diferente después de coger, incluso después de masturbarse, es distinto. no son los olores a después de hacer bicicleta fija o correr. son olores postcogida y se notan, o al menos yo los noto, con algún gesto se puede disimular pero con el olfato no, nunca voy a saber su es un don o una maldición (un viaje en subte puede ser repulsivo, hay un flaco en el subte que huele a pajazo diario) podría presentarme en uno de esos concursos de talentos o de gente rara y seguro que lo gano, es sólo prestar atención, bloquear un sentido o ver las caras. para otros es más fácil ver las caras. más de una vez voy paranoico para no dejar olor a paja en cuanta cosa toco, un paquete de puchos, un yogur, la plata, la puerta del supermercado, estoy exagerando, pero es el olfato. hay un colectivero que huele a frito, no me gustaría que me la chupe ni en pedo, huele a frito. prefiero el olor de libro viejo o estación de servicio, frito... ¿esa ropa se quema, no? como la bandera.                   
            



ph: por Robert Mapplethorpe.

nones, capítulo cincuenta y cinco. nulla dies sine linea




hubo cómplice. sangra, arde. por momentos la adrenalina corría pero la mano seguía fría. no tiene rostro. no tiene paz. no era necesario, pero se rinde. dicen que el tiempo lo cura todo o lo destruye todo. los milímetros cúbicos tienen otro color. será cuestión de tiempo.


ph: n.n
                                                                 

nones, capítulo cincuenta y tres. para antonio



su edipo lo impide, todas las puertas no se abren con la misma llave, pero insiste. lo hizo, otra vez. adoptó una piedra-mascota. le puso por nombre ixca, no es un nombre común pero para carlos fuentes lo era. el señor de bigotes oscuros que conversaba con los muertos. el señor de tantos libros. su inspiración nocturna vuelve a ser b. b. king. los recuerdos del futuro no dejan de pasar, uno, tras otro, tras otro, como un mantra. ¿dónde habré dejado a ixca?, pensó. gritó ixca, pero al instante recordó lo que es, una piedra. será cuestión de esperar que amanezca, que se detenga el tiempo y que pueda reírse de otra cosa.



nones, capítulo cincuenta y uno. adiós, perdón y gracias





«LA PUTA, LA GRAN PUTA, la grandísima puta, la santurrona, la simoníaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la mala; la del Santo Oficio y el Índice de Libros Prohibidos; la de las Cruzadas y la noche de San Bartolomé; la que saqueó a Constantinopla y bañó de sangre a Jerusalén; la que exterminó a los albigenses y a los veinte mil habitantes de Beziers; la que arrasó con las culturas indígenas de América; la que quemó a Segarelli en Parma, a Juan Hus en Constanza y  a Giordano Bruno en Roma; la detractora de la ciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la Historia; la perseguidora de judíos, la encendedora de hogueras, la quemadora de herejes y brujas; la estafadora de viudas, la cazadora de herencias, la vendedora de indulgencias; la que inventó a Cristoloco el rabioso y a Pedro-piedra el estulto; la que promete el reino soso de los cielos y amenaza con el fuego eterno del infierno; la que amordaza la palabra y aherroja la  libertad del alma; la que reprime a las demás religiones donde manda y exige libertad de culto donde no manda; la que nunca ha querido a los animales ni les ha tenido compasión; la oscurantista, la impostora, la embaucadora, la difamadora, la calumniadora, la reprimida, la represora, la mirona, la fisgona, la contumaz, la relapsa, la corrupta, la hipócrita, la parásita, la zángana; la antisemita, la esclavista, la homofóbica, la misógina; la carnívora, la carnicera, la limosnera, la tartufa, la mentirosa,  la insidiosa, la traidora, la despojadora, la ladrona, la manipuladora, la depredadora, la opresora; la pérfida, la falaz, la rapaz, la felona; la aberrante, la inconsecuente, la incoherente, la absurda; la cretina, la estulta, la imbécil, la estúpida; la travestida, la mamarracha, la maricona; la autocrática, la despótica, la uránica; la católica, la apostólica, la romana; la jesuítica, la dominica, la del Opus Dei; la concubina de Constantino, de Justiniano, de Carlomagno; la solapadora de Mussolini y de Hitler; la ramera de las rameras, la meretriz de las meretrices, la puta de Babilonia, la impune bimilenaria tiene cuentas pendientes conmigo desde mi infancia y aquí se las voy a cobrar».


vallejo, fernando, 'la puta de babilonia', 2007.